Roma cristiana

Las peregrinaciones a las tumbas de Pedro y de Pablo -por miembros de la comunidad cristiana de Roma- comienzan a finales del primer siglo, y se acentúan con la cantidad incesante de mártires de las persecuciones anticristianas.
Muchos de aquellos peregrinos y romanos que arriesgaban duras penas al rendir homenaje ante tumbas, trofeos y memorias, habían conocido personalmente a aquellos mártires; fueron amigos, parientes o vecinos de barrio. Para ellos no eran mártires anónimos de un remoto pasado, ni rendían pálido homenaje ante cenotafios con alguna que otra reliquia legendaria y dudable. Allí estaban -y aún están- los restos de quienes no mataron, pero murieron por no renegar a sus más profundas convicciones espirituales, que eran también las de su comunidad.
A partir del feroz ataque contra los cristianos, con el que Nerón festejó su decenio imperial en el año 64, fueron centenares los sepulcros ad corpum de mártires cristianos en terrenos de sepulturas «paganas». Así fue hasta bien entrado el segundo siglo, con la aparición de los primeros cœmenteria -del griego koimitirion- que un siglo después fueron llamados Cœmenteria ad  Catacumbas.
Con el Edicto de Milán (año 313) comenzaron las peregrinaciones masivas, aún antes de la consagración de las grandes basílicas cristianas de Roma; San Juan en Laterano, San Pedro en Vaticano y San Pablo extramuros.
Muchos siglos antes de la institución del Año Santo (1300) en los alrededores de la basílica romana erigida sobre la tumba de Pedro, se construyeron las primeras scholæ peregrinorum; verdaderos antepasados muy lejanos de los hoteles de turismo.
Roma Cristiana no es sólo una aglomeración de turistas, peregrinos, sacerdotes, laicos y burgueses que pasean entre magníficos palacios, admirables iglesias y restos milenarios… en esta ciudad se conservan las más profundas y auténticas raíces del cristianismo occidental, heroico opositor al mayor imperio de la Historia, que también aquí existió desde sus orígenes.

De todo esto y su amplio bosque de argumentos habla este sitio romacristiana.net, cuyos autores dedican a todo lector, sea ya peregrino, turista, creyente o ateo.                 

No hay comentarios:

Publicar un comentario